UNA LECTURA A "LA MUERTE DE IVAN ILICH" IMPROPIA

PELIMEXIC

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La muerte (impropia) de Ivan Ilich

Ivan Ilich era un hombre común, viviendo una vida común “agradable y decorosa” de acuerdo a su tiempo y su circunstancia. Si hubiera existido el término, Tolstoi podría haber apelado al titulo de “ciudadano promedio Ruso”.

El autor nos plantea primero un acercamiento a la vida de este hombre, mostrándonoslo como alguien de quien te enteras de su existencia solo al enterarte de su muerte, ofreciéndonos un acercamiento desde afuera, al contexto de este hombre. No podemos sino identificarnos con la actitud general ante este fallecimiento (y cualquier otro fallecimiento). Destacan de este primer capitulo:

* La reacción ante la noticia de la muerte del otro centrada en las consecuencias laborales practicas de esa muerte

* La reacción de alivio, casi automática, al saber que otro murió. Alguien mas. No el que escucha la noticia.

* El peso del compromiso social, para los amigos, de acudir a un velorio, cuando están deseando hacer otras cosas rutinarias. Y sin saber muy bien el como comportarse.

* La actitud de la viuda, donde el duelo es solo “social” y su real interés en asuntos que le permitan seguir con su vida tal cual. Además de su auto conmiseración.

A partir del segundo capitulo el autor nos va introduciendo en la vida y obra de Ivan Ilich. Nos lo presenta como un Burócrata hijo de Burócrata, que ha seguido los convencionalismos sociales esperables y deseables para alguien de su posición. Nos relata su entorno familiar, su paso por la escuela de jurisprudencia, su salida de la casa paterna, sus primeros pasos profesionales, su vida de soltero, sus ambiciones y sus deseos. Todo enmarcado en una conducta decorosa y en una vida en general agradable. Su boda, obedeciendo mas a convencionalismos que a deseos, pero no demasiado, su vida conyugal, el nacimiento de sus hijos, la muerte (como de pasada) de alguno de ellos, la descomposición de su relación de pareja, como se abstrae de todo ello en su profesión. Igualmente sus vaivenes profesionales, sus altibajos económicos, sus fútiles esfuerzos por diferenciarse (siendo que se mimetiza con los demás).

Si hacemos caso al autor, una serie de eventos, fueron llevando a Ivan Ilich a las circunstancias que desencadenaron su muerte. La carrera que escogió, la esposa que

escogió, el tipo de vida que escogió, lo llevaron a una crisis económica, que a su vez lo hicieron buscar mejores oportunidades, las cuales aparecieron en otra ciudad, a la que se cambio, y donde empezó a querer expresar su nuevo estilo de vida, en el entorno de su acenso y su aumento. Al arreglar su nueva casa cae de una escalera y de ahí el autor desarrolla la enfermedad terminal del protagonista.

Mi opinión, sin embargo, es que Ivan fallece por un cáncer abdominal, probablemente pancreático, a lo que corresponden los síntomas y el tiempo de evolución descritos. Asumir esto diluiría el fatalismo de la muerte de Ilich a partir de una nimiedad, pero permite acercarnos en una manera contemporánea al horror de una enfermedad que aun hoy es tan incurable y rápidamente mortal como lo era entonces.

Tras la primera visita al medico, asistimos a una detallada, angustiante y agonizante descripción de el proceso que llevara finalmente a la muerte al protagonista. Estamos ya tan identificados con este personaje, que no podemos abstraernos de sus pensamientos y sufrimientos. Las reflexiones planteadas en estas paginas, agotan, al ser leídas en una terrible primera persona (aun cuando el autor sigue escribiendo en tercera persona). La muerte que se acerca ya no es la muerte del otro, es la propia muerte. En general, la indiferencia (quizá auto-protectora) de familiares, amigos y médicos, la falta de compasión, comprensión y empatía es la que resalta la terrible soledad de Iván. La resalta pero no la crea, se la hace ver terriblemente pero es la misma que ha estado viviendo toda su confortable vida previa. Esa que rememora y que le sabe acida, amarga.

Lento, muy lento, casi al paso, se van sucediendo los cambios en la concepción de Iván. Aparecen preguntas existenciales, ¿Por qué?, ¿Qué hice mal?. La ultima certeza que se va es la de haber vivido en forma adecuada. Desnuda, la verdad se asume: nada esta bien, nada se hizo como se debería. La muerte se anuncia, pero nunca se vive, es como un muro al que nunca llega a estrellarse Ivan. Justo al expirar el espejismo desaparece… Un ultimo rasgo de conciencia, un ultimo pensamiento, del cual no hay memoria en Ivan, porque Ivan ya no es, ha deja de ser y no esta ahí nisiquiera para darse cuenta de que no esta.

(Presentado originalmente para la Maestría en Adicciones del CESMF )